
Todos los problemas…
Todos los problemas pueden ser tuyos o ninguno de los problemas pueden serlo.
Dependiendo del tipo de la personas puede ir de uno al otro extremo, de igual forma sabemos que podemos cargar los problemas del mundo sobre nosotros si queremos, desde la destrucción del planeta hasta el qué cocinar al día siguiente, pero esta amplia legitimidad de responsabilidad (si la existe en realidad y es legítima) solo nos demuestra nuestro poder de desición y capacidad de construir realidad según deseemos o convengamos.
En resumen, selecciona con sabiduría los problemas de los cuales quieres ser responsable, es válido priorizar, no puedes resolver todo y mientras más claras y breves sean tus responsabilidades, mayor éxito tendrás en ellas.